Era el año 1995, el nacimiento había sido controlado en el Perú y el turismo empezaba a verse como un sector con mucho potencial.
El gobierno priorizó el turismo porque tuvo claro que este sector contribuye con empleos, descentralización, reducción de la pobreza, protección de la naturaleza y puesta en valor del patrimonio cultural del país; el Estado resolvió privatizar Entur Perú, que era la compañía estatal de administración y propiedad de más de 25 hoteles en todo el Perú y diferenciales de otras privatizaciones, esta se hizo dar preferencia a inversionistas peruanos y con acceso a crédito a través de Cofide.
Se quedó claro que el Cusco era un destino único para el Perú, un destino primordial para el turismo cultural-arqueológico y que no era mundano como un destino solo para los mochileros.
El negocio hotelero se convirtió en un negocio fácil de administrar y conocer y así empezamos a renovar las propiedades principales, el Seminario de San Antoni de Abad; restaurar esta propiedad no era una tarea sencilla, pues la propiedad de la esencia de sus claustros estaba constituida por un hotel funcional y lujoso. La calidad del servicio para lograr lo que un cinco estrellas requería fue un proceso lento, pero con mucha perseverancia y paciencia se logró, primero en el hotel Monasterio y luego en las demás unidades hoteleras. Esta calidad de servicio ha sido reconocida por instituciones internacionales como Los mejores hoteles del mundo, entre otros y lo mejor entre los 10 mejores del mundo.
Es a partir de 1.995 que se producen en el país, un crecimiento en la llegada de turistas internacionales y en el 2014, el turismo internacional en el país, 3.320 millones de dólares en divisas, lo que está al lado del sector como el segundo de mayor importancia en ingresos para el país dentro de los tradicionales, solo por detrás de las agroexportaciones y contribuyentes también a la generación de un millón de empleos directos.
El nuevo mercado de lujo en hotelería fue creado con la inauguración del Hotel Monasterio del Cusco, que marco el punto de inflexión en el sector turístico peruano.
- Tomado del libro Mi viaje por los Emprendimientos 1985 - 2015.
- Autor: Lorenzo Sousa Debarbieri.
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